Creo que una de las cosas que empieza a preocuparnos a todas antes de que nazca el bebé, suele ser su nutrición, pues todas hemos leído sobre que será mejor, nos hemos informado sobre experiencias de otras madres o simplemente hemos escuchado los mencionados anteriormente, consejos de todo el mundo.
Si estás embaraza y no te has planteado aún lo que harás, ves pensando cual va a ser tu opción, pues una vez tengas a tu bebé y después del momento del parto, no creo que tengas ganas de pensar en como, cuando, dónde y otros porqués de la vida en cuanto a su alimentación.
Además, en la primera cita con la matrona ella nos pregunta a todas: «¿piensas darle el pecho a tu bebé?», a lo que normalmente, se ve que todas respondemos: «si puedo, si».
Más tarde, durante las clases de preparación al parto, cuando toca el tema de la lactancia ella misma, nos explicó que es curioso, aquí en nuestro país se dice eso, mientras que en otros países se da tan por supuesto que esa pregunta les sorprende… ¿como no iba a poder dar el pecho?, piensan, y es que como mamíferos que somos, TODAS podemos dar de mamar a nuestras criaturas (solo hay poquísimas excepciones, como las mujeres que tienen el pezón invertido, 1% de la población)
Ahora bien, como todo lo bueno de la vida, no es cosa fácil. En mi caso, no me lo pensé, y lo intenté, pero como ni la pequeña ni yo sabíamos como era eso de «engancharse» pues nos costó, y no poco.
Para ver el mecanismo de la lactancia, os recomiendo que observéis la página de la liga de la leche, y tranquilas que si llegado el momento os veis con dificultades, podéis pedirles asesoramiento gratuito o bien dirigiros a vuestra matrona y asistir al taller de lactancia.
Ahora os contaré algunas cosas que debéis saber sobre la opción de la lactancia materna, que además de ser la mejor opción para el bebé tiene otras ventajas como por ejemplo, la comodidad de poder alimentarle en cualquier lugar, solo has de sacarte la teta y a comer ¡sin más espera!.También ayuda a que te encariñes con tu bebé, pues aunque te cueste, es una de las sensaciones más gratificantes que existen en la vida, y por que no te has de dejar un dineral en la alimentación, mientras mame… ¡todo corre de tu cuenta!.
Por todo esto, tengo que decir, que aunque te cueste por que la leche te sube tarde (los primeros días no es leche al uso, es un calostro que le aporta todas las defensas y nutrientes que el bebé necesita, la media de tiempo para la subida son 72h pero cada caso es especial y puedes tener la leche al primer minuto o al 4 día) porque no se engancha bien y aparecen los dolores terribles (grietas, mastitis, etc) vale la pena, pasar por todo lo que viviréis juntos tu bebé y tu.
La clave está en relajarse, cuidarse los pezones y aguantar el primer mes, luego todo vendrá rodado y será la sensación más magnífica del mundo.
Ya os digo que a mi no me resultó nada fácil, pues al tercer día la niña seguía perdiendo peso, y eso significaba que todavía no me había subido la leche. Además, me hizo unas grietas enormes y dolorosas, así que me costaba muchísimo ponérmela en el pecho, por esto fuimos al hospital de día al día siguiente del alta médica, (me habían dado hora antes del alta para ver como iba la pequeña) y me recetaron la ya famosa paciencia, que insistiera, que le diera unos días unos 30mm de leche adaptada, pues necesitaba una ayuda y cuando me subiera la leche ella sola dejaría esa ayuda, y una crema milagrosa, llamada purelan, que me curó en cuestión de días las grietas y pude por fin callar las voces interiores sobre lo bien o mal que iba todo y las exteriores que te dicen, no pasa nada si no le das el pecho, la niña va a estar bien y todos esos consejos, que hacen por bien, pero que si quieres intentar la lactancia materna no hacen más que agobiar.
De todas maneras, a todas las madres no les ocurre esto, sino que todo les va de categoría y la experiencia es fabulosa desde el principio.
Por otro lado, si tu decisión es no dar de mamar, tampoco hace falta que te tortures, la que ha de hacerlo o no eres tu, así que la que manda también eres tu, y si no puedes dar de mamar, podrás disfrutar igualmente del momento del biberón y no solo tu, también tu pareja o quien tu quieras, pues, esta opción te permite mucha más libertad.
En cuanto a los comentarios, vais a oírlos de todas las opciones, mi consejo es, toma los que consideres, da el pecho, o no, durante el tiempo que TÚ estés dispuesta y ¡olvídate del resto!
En la próxima entrada el ¡último volumen de los grandes cambios! 😉