Solamente dos días después de nuestro gran día, empiezo a contar parte de esos preparativos de, sin duda, ¡el mayor evento que hemos hecho jamás!
Todo empezó exáctamente el día 30 de enero de 2013, cuando mi ahora ya marido (que raro me suena esa palabra) vino a por mi al trabajo y me dio el anillo de pedida diciéndome «yo solo tengo clara una cosa, y es que quiero pasar la vida entera junto a ti, ¿nos casamos?».
Como ya sabéis, nosotros empezamos la casa por el tejado, y eso de casarse para convivir y luego tener familia…. ¡no nos va demasiado!
De hecho, conviviendo llevamos ya bastante tiempo, y la niña es nuestro pequeño tesoro… no es que no quisiéramos casarnos, es que la vida nos ha venido así.
Así que, desde hace casi año y medio llevamos organizando, pensando, comparando precios, viendo ideas, etc, etc… lo que ha sido ¡EL GRAN EVENTO DE NUESTRA VIDA!
De las primeras cosas que elegí, fueron los tarjetones.
Se trataba de personalizar al máximo nuestras invitaciones, empezando a darle una imagen a la boda.
Buscando en internet, encontré una página de cajitas preciosas (self packaging), y me enamoré de un par para envolver los tarjetones que ya sabía íbamos a decorar con cuños (temáticos de boda) me puse en contacto con ellos y les pedí una muestra de cada cajita, ¡y me las enviaron a casa sin ningún coste para mi!
Probamos con ambas cajitas y ganó una,( la 1909, caja para 5 cds, ideal para nuestro tarjetón, en color craft) ¡así que pedido al canto! lo mismo que cuando pedí las muestras fueron súper rápidos y además generosos, pues, por si las moscas no estaban justas ¡habían de más!
Encantados de la vida con nuestras cajitas y con un montón de ganas, empezamos a decorarlas.
sello en relieve que se marcaba con una pistola de calor (embosing)
Más adelante hicimos la parte de atrás también, estos sellos sin relieve.
Una vez tuvimos nuestro envoltorio, necesitábamos la parte de dentro, así que echando mano de amiga, y después de 3 o 4 ideas, ¡tuvimos nuestro tarjetón! ¡con confeti festivo incluido!
Diseño de nuestra amiga Estefanía
La verdad es que todo fue muy sencillo de montar, pues las cajitas van muy bien marcadas y solo hay que doblar por esas líneas, ¡y todo junto, quedaba así de bien!
Pero faltaba cerrarlas, así que con un poquito de rafia roja y un buen lacito… ¡así se lo dimos a nuestros invitados! (pusimos los nombres de los invitados delante ;))
Para terminar solo me falta decir, que nos lo pasamos muy bien pensando y preparando nuestros tarjetones, y a todos los que se lo dimos nos han dicho que son chulos.
Pero no es solo que gustaran, es que ha sido una forma de personalizar todo esto, sin elevar mucho los costes y pasar un buen rato decorando en pareja ¡me encantan las manualidades bodiles!