¡Un verano genial!

Después de un mesecito entero de estar arriba y abajo y haber estado disfrutando de cada momento en familia… y hasta alguno en pareja…

¡Lo prometido es deuda! vuelvo a la blogosfera para contar nuestras vacaciones de verano 🙂

Para empezar, diré que pese a que las circunstancias económicas familiares no son demasiado espléndidas, mucho antes de que llegaran las tan deseadas vacaciones, ya sabíamos que este año serían para disfrutarlas en familia, con los amigos y nos dimos el lujo de un fin de semana, en lo que denominamos el paraíso, Xàbia (Alicante), en un chalet que alquilamos junto con otras 2 parejas con nenas de 3 y 9 meses, ¡toda una experiencia! que nos sirvió para relajarnos y compartir preocupaciones y soluciones, sobre lo que ahora es nuestro tema estrella, LA CRIANZA.

FOTOS EN EL CHALET DE XÀBIA (nuestro paraíso)

FOTOS EN EL CHALET DE XÀBIA (nuestro paraíso)

Y la verdad, es que con toda la intendencia que lleva un bebé… (la petarda entre ropa, paquetes, cosas para jugar, cosas para la playa/piscina, cremas, jabones, leche, comida… movilizaba 2 o 3 maletillas ¡y eso solo para 3 o 4 días!… pero eso casi que dará para una entrada propia) casi que hemos optado por el mejor plan, porque todos hemos disfrutado muchísimo.

Pienso que este verano ha sido, el verano del descubrimiento, ya que la peque ya es consciente de las cosas que le rodean y ya va interactuando con el medio y con todas las personas que han estado con nosotros (la bicha es de lo más social).

Hablando de descubrimientos…. todo empezó con la piscina… fuera de tener miedo, ha sido incansable, yo no sé si a todos los bebés de 1 año les pasará o es cosa de ella, pero era ver una piscina y lanzarse, o pedir que la metiéramos (en su idioma, claro)

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si es en la colchoneta de mayores… ¡NINGÚN PROBLEMA DE JUGAR!

La playa le maravilló, en cuanto a grandiosidad y ambiente… ¡su cara era un poema!… ahora… fue entrar y descubrir la diferencia entre el agua de su piscina o de la piscina de mayores (en la que la hemos metido con nosotros y sin conseguir meterla en su trona-flotador) y el agua salada del mar… ¡como le picaban los ojos!

El resto de descubrimientos, además de algún sabor nuevo (como el limón granizado) fueron los que le brindó la casa de su abuelo… allí estuvimos unos cuantos días…

Y no sé que le gustó más, si el campo lleno de hortalizas de temporada o los animales del corral (gallinas, conejos y alguna que otra paloma) además como es tan «exagerá» a todo le hace fiestas…

Ya terminando los días, que yo he denominado de vacaciones non-stop, decidimos pasar el día con los amigos en el río, en Montanejos (Castellón), donde el agua esta siempre a una temperatura de 22ºC, así que calzada con sus zapatitos de río y un neopreno especial para bebés… ¡allí que la metimos! y me quedo corta si digo que se lo pasó bien… fue un día genial, y es que en el río ademas de piedras habían algas y peces… ¡maravilloso todo!

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recopilatorio del día en el río.

Lo único malo, es que como todo en esta vida… lo bueno se acaba… y ahora poco a poco, hemos de ir volviendo a la rutina, eso sí, ¡CON UNA SONRISA BIEN GRANDE! y con muchas ganas de seguir descubriendo y compartiendo cosas con nuestra pequeña y con todos los que han estado con nosotros estos meses (que aunque en julio trabajé también tuvimos nuestros momentos de ocio)

Por todo esto, solo me queda darle LAS GRACIAS A TODOS, y decirles… ¡AL AÑO QUE VIENE MÁS! 😉

al final tanta marcha pasa factura :)

al final tanta marcha pasa factura 🙂